martes, 23 de septiembre de 2008
El efecto Shapiro
lunes, 22 de septiembre de 2008
ENIGMAS MATEMÁTICOS
Problema de los cuatro colores
Conjetura 3n+1
- Toda transformación Tm (n) se convierte en una serie en la que el número de reiteraciones es la variable. Un número n tiene período h en la transformación si TP (n) = TP+h (n) = k, siendo p y h números enteros positivos y k pertenece al dominio de la transformación. Es decir, su serie converge a k para el valor n.
- La transformación Tm (n) tendrá período h para todo n, si su serie converge a k independientemente del valor de n.
- Un número n no tiene período en la transformación Tm (n), si su serie es divergente. La transformación no tiene período para todo n, si su serie es divergente independientemente del valor de n.
- Cualquier transformación HX (w), para todo x Є a Z+ y w perteneciente a los números reales, cumple todas las propiedades anteriormente citadas.
- Las ecuaciones del método de los períodos en las transformaciones son independientes del número por el cual comencemos. Si la transformación tiene período h, todos sus miembros n tienen ese período. Si un miembro de la transformación tiene período h, todos sus miembros n tienen ese período. Si un solo miembro es divergente, todos sus miembros n son divergentes.
Todo número impar converge a 4,2,1
De la ecuación general del árbol de reiteraciones 4,2,1 (página 32) se obtiene:
x3q= 22n-y1 e y3q=22n-1-y2 , siendo x los impares que cumplen la primera ecuación e
y los impares que cumplen la segunda ecuación. Todos los impares que cumplan las ecuaciones son miembros del árbol de reiteraciones y por lo tanto convergen a 4,2,1.
y1= 2m1+m2+...+m(q-1)+3q-1+3q-22m1+3q-32m1+m2+….+2m1+m2+...+m(q-2)3 que depende de las reiteraciones del impar x
y2= 2m1+m2+...+m(q-1)+3q-1+3q-22m1+3q-32m1+m2+….+2m1+m2+...+m(q-2)3 que depende de las reiteraciones del impar y
Sabiendo que en la sucesión an1= 22n-1 todos sus términos son impares múltiplos de 3 , ya que 22n-1= 3(22n-2+22n-4+…..+22+1), podemos hallar un conjunto de sucesiones en las que todos sus términos positivos sean múltiplos de 3. Si a la sucesión anterior le restamos 6 obtenemos otra sucesión cuyos términos positivos son todos múltiplos de 3 (an2= 22n-7). Si a esta última sucesión le volvemos a restar 6 obtenemos la tercera sucesión, an3= 22n-13 y así sucesivamente. Observamos que estas sucesiones coinciden con el segundo miembro de la primera ecuación. Las sucesiones son las siguientes:
an1= 22n-1 para todo n
an2= 22n-7 para todo n≥2
an3= 22n-13 para todo n≥2
an4= 22n-19 para todo n≥3
………….
………….
………….
anm= 22n-(6m-5)
Sabiendo que en la sucesión ar= 22n-1+1 todos sus términos son impares múltiplos de 3, puesto que 22n-1+1= 3(22n-3+22n-5+….+2+1), hallamos la siguiente sucesión restando 6 a la anterior y así sucesivamente. Se observa que las sucesiones halladas (a excepción de la primera) coinciden con el segundo miembro de la segunda ecuación. Las sucesiones en las que todos sus términos positivos son múltiplos de 3 son las siguientes:
ar1= 22n-1-5 para todo n≥2
ar2= 22n-1-11 para todo n≥3
ar3= 22n-1-17 para todo n≥3
ar4= 22n-1-23 para todo n≥3
…………………
…………………
…………………
arm= 22n-1-(6m-1)
Todo impar múltiplo de 3 y por lo tanto todo impar múltiplo de 3q, está en una de estas sucesiones. En las sucesiones están todos los impares múltiplos de 3 porque a las potencias de base 2 se le ha restado todos los impares que hacen que los términos positivos de las sucesiones sean múltiplos de 3.
De aquí se deduce que y1= 6m-5 e y2= 6m-1. Cada impar x tiene un único y1 y cada impar y tiene un único y2.
Por lo tanto las dos ecuaciones se transforman en:
x3q= 22n-(6m-5) e y3q=22n-1-(6m-1)
Cada impar que converge a 4,2,1 cumple una de las dos ecuaciones. Todo impar al multiplicarlo por 3q se obtiene un múltiplo de 3q que está en una de las sucesiones y por lo tanto en una de las dos ecuaciones. Todo impar cumple una de las dos ecuaciones y por ello converge a 4,2,1.
CONCLUSIÓN
Puesto que todo número entero positivo converge a 4,2,1 se concluye que la conjetura es correcta.
Teorema de Collatz: Para cualquier número natural n, si se aplica repetidamente la siguiente operación: dividir entre 2 si n es par, o multiplicar por 3 y sumar 1 si n es impar, se llega siempre al ciclo 4,2,1.
Francisco Colón Rosado
viernes, 19 de septiembre de 2008
El tiempo y la Relatividad
Que es la relación entre los tiempos propios, cuando uno de los sistemas de referencia está situado en un campo gravitatorio y el otro en un punto donde no actúen fuerzas externas, para una misma distancia recorrida. Siendo “t” el tiempo propio en cualquier punto del campo gravitatorio y “t´” el tiempo propio en un reloj no sometido a fuerzas externas. Siendo “t” inferior a “t´” debido a la disminución de la velocidad de la luz, utilizada para la medición del tiempo, en el reloj donde actúa la fuerza gravitatoria y la fuerza centrífuga respecto del reloj situado en el lugar donde estas fuerzas están ausentes.
jueves, 18 de septiembre de 2008
Relación entre los sistemas de referencia inerciales y no inerciales
α= c/(c+v)
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martes, 16 de septiembre de 2008
Experimento de Fizeau
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lunes, 15 de septiembre de 2008
El Universo y sus Leyes
He considerado la hipótesis que el Universo tiene su comienzo en un espacio eterno e infinito, el vacío, y con una sola regla de juego: el movimiento. ¿Qué ocurrió en el vacío para que surgiera la materia, esta inmensa cantidad de partículas que pueblan este rompecabezas llamado Cosmos? Siguiendo con mi hipótesis de trabajo he supuesto que hubo multitud de zonas muy pequeñas de vacío que empezaron a rotar sobre sí mismas a una velocidad angular constante (probablemente equivalente a una velocidad lineal aproximada de 300000 km/s); fue el nacimiento de la materia. Por consiguiente la materia sería "vacío fuertemente concentrado" debido a su gran velocidad de giro. Observamos que del vacío no ha surgido una nueva realidad, sino un estado diferente de la misma realidad. Inevitablemente quedan muchas dudas que resolver: ¿Qué tipo de diferencia hubo en el vacío para que se presentara el movimiento? ¿Por qué surgió en unas zonas determinadas y en otras no? ¿Estas diferencias en el vacío, existieron siempre o comenzaron en un instante determinado? Éstas y otras muchas son preguntas que necesariamente tendría que resolver la Ciencia, en el caso de que esta hipótesis fuese correcta, si queremos seguir profundizando en los misterios del Cosmos.
La constancia de la velocidad de la luz en el vacío, respecto de la fuente que la origina, nos indica que la fuerza que aplica cada unidad de partícula al colisionar con otras es la misma independientemente del objeto emisor de luz. Es decir, que la fuerza por unidad de partícula es constante. Una posible explicación a este fenómeno es admitir que la unidad de partícula, a la que podemos llamar fotón elemental, sea idéntica en todo el Universo. ¿Qué fuerza transmite este fotón elemental en su movimiento de rotación? ¿Cómo transmite la fuerza? ¿Cuál es la ley que gobierna esta transmisión? El giro del fotón elemental produce una fuerza constante en todas direcciones a partir del punto de rotación. Esta fuerza se propaga al vacío circundante y produce en éste movimiento. Con lo cual, si la hipótesis es correcta, el vacío se mueve. Los dos experimentos que expongo a continuación parecen indicar que esta afirmación pudiera ser cierta. En el primer experimento tenemos dos partículas separadas por el vacío y ejerciéndose fuerzas entre sí, sin que haya contacto entre ellas. Obligatoriamente las transmisiones de las fuerzas se harán a través del vacío, puesto que es lo único que separa a ambas partículas. Como consecuencia, toda transmisión de fuerzas entre partículas separadas por un determinado medio, sin que exista contacto entre ellas, exige necesariamente el movimiento de dicho medio. Sabemos que todo cuerpo está formado por partículas y vacío. Si este cuerpo se desplaza con respecto a un determinado sistema de referencia, no solamente se mueven las partículas que lo componen sino también el vacío que se encuentra dentro de él; este sería el segundo experimento. Estos dos experimentos se interpretan actualmente mediante la Teoría de Campos. Las partículas modifican el campo gravitatorio, eléctrico-magnético... Y esa modificación explica la interacción. Pero, si profundizamos en la Teoría de Campos es posible que lleguemos a la conclusión que esa modificación consiste en el movimiento del medio que rodea a las partículas.
Todas las partículas estarían compuestas de la unión de los fotones elementales. ¿Cuál podría ser la ley que describiera la interacción entre partículas en el vacío, sin que hubiera contacto entre ellas? Cada punto de la partícula con movimiento de rotación aplica dos fuerzas de igual módulo y perpendiculares entre sí. La fuerza aplicada es directamente proporcional a la masa y a la velocidad angular de la partícula. La primera fuerza(F1) tiene la dirección tangente a la trayectoria en el punto considerado y sentido el del movimiento de rotación de la partícula. La segunda fuerza (F2) tiene la dirección perpendicular a la primera y el sentido hacia afuera del punto de rotación de la partícula. A medida que nos alejamos del punto de rotación va aumentando la superficie de vacío sobre la cual se ejerce la fuerza, y como el valor de la fuerza se mantiene constante, la fuerza por unidad de superficie va disminuyendo a medida que aumenta la distancia al punto de rotación. Con lo cual la intensidad de la fuerza es directamente proporcional al producto de su masa por la velocidad angular e inversamente proporcional a la superficie de la esfera de radio "r". Esta fórmula nos indica el valor de la fuerza por unidad de superficie de vacío que se transmite a una distancia "r" del punto o eje de rotación de la partícula, es decir, el valor que tienen las dos fuerzas descritas anteriormente a la distancia r considerada. Esta fórmula, si es correcta, podría llamarse "ley de la dinámica del vacío" y nos indicaría cómo se propaga la fuerza de una partícula, a velocidad finita, a través del vacío. Si analizamos la interacción de dos partículas que rotan en el mismo sentido, separadas por el vacío, nos encontramos con que cada partícula aplica sobre la otra dos fuerzas constantes iguales en módulo y perpendiculares entre sí. Las fuerzas se transmiten a través del vacío y colisionan con las fuerzas de la otra partícula, produciéndose un punto donde se equilibran las fuerzas F2 de ambas partículas. Al mismo tiempo las fuerzas F1 hacen girar a las partículas alrededor del punto de equilibrio. Cada una de las partículas mantiene su individualidad, ya que poseen su propio campo de fuerza; pero también forman una unidad puesto que las dos dan lugar a otro campo de fuerza común. Si las dos partículas giran sobre sí mismas en distintos sentidos entonces las partículas se trasladarán juntas en una dirección perpendicular a la recta que une los puntos de rotación de las partículas y cuyo sentido sería hacia la izquierda o derecha de esta recta. Podemos deducir que la fuerza que aplica cada partícula es directamente proporcional al producto de las dos masas por la velocidad angular de la partícula que aplica la fuerza, e inversamente proporcional a la superficie de la esfera cuyo radio es la distancia entre el punto de rotación de la partícula y el punto de equilibrio entre ambas.